Un buzo de 80 años de edad se pasó 18 horas agarrado a una boya en las
frías y agitadas aguas del Océano Atlántico, antes de que un familiar
le encontrase el domingo, poniendo fin a una exhaustiva búsqueda frente
al Estrecho de la Florida.
El cubano Ignacio Siberio dijo que sobrevivió gracias a su traje isotérmico y los instintos desarrollados en 60 años de buceo y pesca submarina. Siberio no fue hospitalizado, pero se recuperaba en su casa de verano en Tavernier.
- Me siento bien, pero llegué a la casa exhausto, porque me pasé la noche y el día en el mismo lugar, sin moverme - dijo Siberio a The Associated Press en una entrevista telefónica.
El error: no anclar el bote mientras buceaba.
Siberio, un abogado que emigró a Estados Unidos desde Cuba, había salido en su bote a su favorita área de pesca frente a Tavernier alrededor de las 11 a.m. el sábado. Alrededor de las 2:30 p.m. se dio cuenta de que el bote no estaba anclado. Siberio dice que nadó furiosamente para alcanzar el bote durante casi 4,83 kilómetros antes de desistir, agarrándose a una boya y viendo como su bote se alejaba en aguas de más de 100 metros de profundidad.
Al caer la noche, la temperatura bajó considerablemente, y el viento del norte arreció, agitando las aguas y sacudiéndolo. Siberio, que bucea casi todas las semanas, dijo que su experiencia le ayudó a saber cómo lidiar con las corrientes marinas y cómo lidiar con el frío, manteniéndose en constante movimiento.
- Uno tiene que concentrarse mentalmente de una manera extraordinaria para que uno no llegue al punto en que el frío, el peligro y el hecho de que no cuentas con ayuda te hagan rendirte, pues cuando te rindes, se acabó, señaló Siberio.
En tanto, la esposa de Siberio llamó a su sobrino nieto Carlos López para preguntarle si estaba con él. López se dio cuenta que pudo haber habido problemas y llamó a la Guardia Costera de Estados Unidos, que comenzó a buscarlo con aviones y embarcaciones. López y su amigo Roberto García manejaron desde Miami hacia los cayos de la Florida, subieron a embarcaciones y comenzaron a buscar la balsa de Siberio en una mar encrespada y a plena noche. La Guardia Costera concluyó su búsqueda a las 2 de la madrugada.
Siberio siguió luchando, al agrupar toda su fuerza mental y física para mover sus piernas debajo del agua y evitar que la hipotermia lo venciera. Batalló hasta el amanecer y comenzó a nadar hacia la costa a más de 16 kilómetros de distancia.
Su embarcación fue encontrada a 64 km del lugar donde había parado a bucear. |
La familia de Siberio se preocupó aún más el domingo, cuando la Guarda Costera encontró su embarcación a 37 kilómetros al este del cayo Elliott - aproximadamente más de 64 kilómetros desde donde Siberio comenzó a bucear el sábado. López y García continuaron con la búsqueda en el bote de García. Sobre las 10:30 a.m., García avistó a Siberio a casi 10 kilómetros de la costa. Lo rescataron y llamaron a la Guarda Costera.
López quedó sorprendido con la fuerza de su tío. Siberio dijo que sobrevivió al no pensar mucho sobre su desesperada situación.
- No puedes empezar a pensar por un segundo en lo que te está sucediendo, porque si lo haces, pierdes - dijo el abogado cubano - La sensación de que puedes morir en cualquier momento es constante.
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