viernes, 21 de octubre de 2011

Carlos Pauner sobrevive 48 horas solo en el Kangchenjunga

Carlos en el campo base.
Buenas noticias desde el Himalaya. El aragonés Carlos Pauner, que desapareció el pasado martes después de hollar en el Kangchenjunga, ha sobrevivido 48 horas en completa soledad y desciende hacia el campamento base.El montañero aragonés Carlos Pauner ha sobrevivido casi 48 horas en soledad, en el Kangchenjunga, a más de 7.000 metros de altitud, y está realizando en estos momentos el descenso al campamento base en el que se encuentra el resto de la expedición que le acompañó en el ascenso, según confirmó el presidente del Club Montañeros de Aragón, Gonzalo Albasini.

Albasini ha mantenido una comunicación telefónica a las 16,40 horas del jueves con el montañero Javier Pérez, quien se encuentra en la ciudad de Pamplona junto con la esposa de Pauner. Pérez le confirmó que un grupo de sherpas ha salido al encuentro del montañero jacetano, quien está realizando el descenso desde el campamento uno al campamento base.
Sin noticias

Localización del Kangchenjunga.

Carlos Pauner despareció el martes cuando descendía con los dos italianos y un tercer montañero, Cristian Kuntner, tras coronar la cima del Kangchenjunga, la tercera más alta de la Tierra (8.586 metros).

La desaparición tuvo lugar durante el descenso, cuando el tiempo empeoró y Pauner se retrasó ligeramente del grupo. No obstante, mantuvo el contacto visual con sus compañeros, quienes a los 7.900 ó 7.800 metros tuvieron el último contacto con él. Estos últimos Llegaron al campo III a la una de la madrugada (hora de Nepal), ya en plena noche y con mal tiempo.

Lugar por donde bajó Carlos.

Durante la noche dejaron linternas en el exterior para que Pauner pudiera orientarse y encontrar la tienda. También salieron a gritar varias veces, tratando de obtener respuesta. Tras pasar la noche en el campo III, a las nueve de la mañana, con un tiempo adverso y sin ninguna noticia del montañero aragonés, bajaron hasta el campo base, al que llegaron afectados por congelaciones de diversa gravedad En la mañana del jueves, dos compañeros del montañero aragonés Carlos Pauner, los italianos Mario Merelli y Silvio Mondinelli, han salido esta mañana a rastrear la montaña con prismáticos, "sin resultado", según ha informado Montañeros de Aragón, tras contactar con ellos a las 7,00 de la mañana, hora española, las 11,00 de la mañana en Nepal.

En este enlace hay un documental para RTVE en el que Carlos cuenta en primera persona cómo vivió esas 48 horas, 2 noches incluidas, solo y a más de 7000 metros, totalmente desorientado.

http://www.rtve.es/alacarta/videos/programa/kangchenhunga-historia-superviviente/603079/



La trágica muerte de Iñaki Ochoa de Olza en el Annapurna

Esta es y no es una historia de supervivencia al mismo tiempo. No lo es porque acabó con la vida del montañero Iñaki Ochoa de Olza, aunque lo es porque logró permanecer vivo hasta 5 noches enfermo a más de 7000 metros, con un edema cerebral y pulmonar.
  
El cuerpo de Iñaki permanece en la cara este del Annapurna.
El montañero navarro no pudo resistir más. Tras 5 noches a más de 7.400 m de altura y afectado por una grave lesión cerebral complicada en las últimas horas por un edema pulmonar, Iñaki Ochoa de Olza Seguín falleció hoy a las 8.45 horas (12.30 en Nepal) en la pared sur del Annapurna

A su lado, el montañero suizo Ueli Steck, que ayer llegó hasta la tienda del pamplonés, tras una vertiginosa ascensión desde el campo base.

Iñaki Ochoa de Olza (Pamplona, 29-V-1967) no ha podido resistir más. Tras cinco noches a más de 7.400 metros de altura y afectado por una grave lesión cerebral complicada en las últimas horas por un edema pulmonar, Iñaki Ochoa de Olza Seguín ha fallecido hoy a las 8.45 horas (12.30 horas en Nepal) en la pared sur del Annapurna. A su lado, el montañero suizo Ueli Steck, que ayer llegó hasta su tienda del pamplonés, en el techo del Himalaya, tras una vertiginosa ascensión desde el campo III.

 

El fatal desenlace fue comunicado al centro de coordinación del rescate por el rumano Horia Colibasanu, quien acompañó y trató a Ochoa de Olza durante cuatro noches antes de verse obligado a descender por problemas de salud. El suizo Ueli Steck, quien le relevó y ha pasado esta última noche con el navarro, comunicó que el pamplonés, aquejado por un edema pulmonar además de por una grave lesión cerebral, comenzó a tener graves problemas respiratorios hasta que finalmente su organismo no resistió más. Los intentos del montañero suizo por reanimarle mediante masaje cardiorespiratorio no dieron resultado.

Apenas cuatro horas han separado al navarro de contar con el oxígeno artificial que portaba el kazajo Denis Urubko, quien estaba realizando un ascenso a la desesperada desde el campo II (6.900m). El kazajo era sólo la punta de lanza de un impresionante dispositivo de rescate que, en apenas cuarto días desde la noticia del inicio de los problemas del pamplonés, ha sido capaz de reunir en la pared del sur del "ochomil" nepalí a un total de 14 montañeros de distintas nacionalidades dispuestos a ayudar al navarro. Ahora mismo, y al margen de posteriores valoraciones o decisiones, la máxima prioridad de la familia y de los amigos es el que todos los montañeros implicados en el rescate puedan descender con la máxima seguridad de regreso al campo base. Más aún cuando las condiciones de la pared se han complicado con una tormenta de nieve.
Ochoa de Olza, tras renunciar el pasado lunes a la cumbre del que hubiera sido su 13º "ochomil" por unos problemas de congelaciones en sus manos, cayó semiinsconciente cuando descansaba ya en la tienda del campo IV (7.400 metros). A partir de entonces, con mínimos altibajos, su estado de salud se ha mantenido crítico, sin posibilidad de moverse ni de hablar.

Fuente: Diario de Navarra.

En este pequeño y genial documental dividido en 3 partes nos hacemos una idea del gran dispositivo de rescate para intentar salvar a Iñaki. Destacar también el libro que escribió su amigo Jorge Nagore bajo el título "Los 14 de Iñaki" en el que se describen todos los pormenores de este histórico rescate.
















Senderista francesa sobrevive 11 días en el Pirineos oscense



La senderista francesa Thérèse Bordais, de 61 años, que se perdió mientras realizaba una excursión por el Valle de Ordesa, ha sido rescatada por la Guardia Civil tras pasar 11 días sola y sin comida en el monte. Bordais ha sobrevivido a base de filtrar agua con un pañuelo de papel.

El "milagro de los Pirineos" es como se conoce este caso en Francia, después de que la bretona pasara 11 días sobreviviendo en el monte, tras separarse del grupo de 14 personas con el que realizaba una excursión por el Pirineo oscense el pasado 26 de junio.

- Buscábamos un sendero que ya habíamos recorrido hace años, pero no lo encontramos, por lo que decidimos dar media vuelta y deshacer el camino - ha contado Bordais en una entrevista con el diario francés Telegramme.

- Entonces cometí un error: abandoné el grupo y le tomé la delantera - ha explicado - Después de varias horas, empezó a oscurecer y comprendí que debía buscar un sitio donde pasar la noche.

Ahí comenzó el calvario de la montañera de 61 años, que ha pasado 11 días con sus noches sola y sin alimentos.

- No comí nada, pero no tenía hambre.

Para buscar un refugio donde pasar la primera noche, Thérèse Bordais descendió parte de la montaña para buscar un lugar llano para dormir. Durante el descenso, resbaló y rodó por una pendiente, por lo que terminó pasando la noche sobre unas hojas.

- A la mañana siguiente, intenté subir de nuevo para retomar el sendero hacia la cima, pero fue imposible - ha contado la montañera, que entonces se instaló en un barranco donde había un arroyo.

- Aunque creí que esto no iba a durar tanto tiempo - ha asegurado en la entrevista.

Una supervivencia milagrosa

Thérèse Bordais fue rescatada el pasado 7 de julio en la zona del barranco de La Pardina, entre el Valle de Ordesa y el Cañón de Añisclo, en el Pirineo oscense. Fue localizada por la Guardia Civil a unas cuatro horas a pie del lugar donde fue vista por última vez gracias a una camiseta roja que la montañera dejó sobre una roca.

Desde su desaparición, el 26 de junio, equipos de rescate de la Guardia Civil de la zona buscaron a la mujer francesa desde las 6.00 hasta las 20.00 horas sin éxito. Bordais pasó sus once días perdida en el Pirineo en un barranco de mil metros de profundidad y lleno de vegetación, lo que dificultó su búsqueda.

Su supervivencia durante tantos días sola en la montaña y sin alimentos se considera un milagro. Durante una semana y media, Bordais se alimentó únicamente de las hojas que cogían los pájaros.

El agua que bebía provenía del arroyo al fondo del barranco; antes de tomarla, la montañera filtraba el agua utilizando un pañuelo de papel.

Nunca nadie había pasado tantos días perdida en el monte y había aparecido después con vida.

Bordais, que este viernes abandonará el Hospital de Huesca donde se recupera de la fatiga acumulada tras los largos días que ha pasado sola en el Pirineo oscense, aún recuerda con gran excitación el momento en que fue localizada por la Guardia Civil.

- Estaba tumbada a resguardo cuando, de repente, ahí estaba el helicóptero; no me explicaba cómo - ha explicado la francesa, quien se ha mostrado muy agradecida de no tener lesiones importantes y ha afirmado que volverá a hacer senderismo.

- Pero a la montaña, ¡nunca más! - ha añadido.

El escabroso terreno de los Pirineos hizo difícil localizar a Thérèse.

Thérèse solo tenía una ensalada de de pasta y dos piezas de fruta en su mochila para la excursión. Los servicios de rescate españoles peinaron el área con helicópteros y perros durante una semana buscando a la senderista, mientras que su marido pensaba que nunca vería a su mujer de nuevo.

- En serio, había perdido toda esperanza. ¿Cómo se puede sobrevivir 11 días sin comida y sola con las tormentas? - dijo su marido Marcel Bordais.

Su marido dijo que sufrío deshidratación y hambre, pero que por lo demás en bastante buena salud. 


jueves, 20 de octubre de 2011

Turista japonesa en Nepal sobrevive 2 semanas comiendo hierba

Salió a dar un paseo y se perdió en el camino de regreso. Makiko Iwafuchi, una turista japonesa que visitaba Nepal, desapareció el pasado 25 de mayo y fue encontrada dos semanas después viva y en perfecto estado de salud. La mujer dijo que sobrevivió comiendo hierba y refugiándose en cuevas.

Makiko salió simplemente a dar un paseo.

Iwafuchi salió de su hotel, en las montañas de Nepal, a unos 100 kilómetros de Katmandú, con la intención de dar un paseo por el lago Goshainkunda.

Abandonó el camino principal durante unos metros y después cuando quiso volver atrás no fue capaz de encontrarlo.


La mujer ha contado a los medios su odisea con final feliz. Caminó durante días, kilómetros y kilómetros sin encontrar cómo regresar, ni personas que pudieran ayudarla.

Un día después de su desaparición, las tropas del Ejército salieron a buscarla y la encontraron. La mujer contó que sobrevivió dos semanas comiendo hierba y bebiendo agua del río. Cuando estaba cansada se refugiaba en pequeñas cuevas.

- No hacía frío, solo un poco de llovizna algunos días, sabía que no había animales peligrosos en la zona por lo que estaba a salvo - explicó Iwafuchi. La mujer aseguró que la habían ayudado sus oraciones y sus plegarias a Dios.

- Un par de veces creí que no sobreviviría, pero yo creía que Dios me daría otra oportunidad -. Después de encontrarla, la mujer fue trasladada a un hospital donde comprobaron su excelente estado de saludo.
Solo tuvieron que curarle unas ampollas en los pies. Iwafuchi reveló a la prensa que planeaba seguir con el senderismo, pero que prefería hacerlo acompañada.

Sufrió algunas congelaciones.




























Francesa de 78 años sobrevive 6 días en un bosque

Como por un milagro, una mujer de 78 años logró sobrevivir seis días prácticamente sin comer ni beber perdida en un bosque de Francia.

Michelle, recuperándose en el hospital.


La jubilada, salió sola a dar un paseo por las montañas, residente en una pequeña comunidad de Armoy, al pie de los Alpes, perdió el rumbo durante una caminata a fines de agosto y el fin de semana pasado fue encontrada por un hombre, que formaba parte de un equipo de búsqueda de vecinos. Las autoridades habían interrumpido oficialmente la búsqueda por considerar que ya no había posibilidades de éxito.

El lugar es cálido y soleado durante el día, pero las temperaturas descienden por debajo de 10C, cuando cae la noche y, además, llueve constantemente.

La estrategia de supervivencia de la anciana fue simple: "Dormí, dormí y dormí", relató Michelle Riotton al diario "Le Parisien", tras ser rescatada. Para recibir el mínimo de líquido necesario, tomó agua de lluvia y para protegerse del frío imitó a los animales: "Me enrosqué como un erizo", dijo la mujer, que al momento de perderse tenía dos galletas en el bolsillo. Se cubrió con hojas para mantener la temperatura y cuidó el poco alimento que tenía. Había salido a caminar sola pero se deslizó por un barranco y quedó en el fondo. "Pensé mucho en mi vida, en mis hijos y nietos", añadió y aseguró no tener muchas ganas de salir a caminar en el bosque en el futuro.


 

lunes, 17 de octubre de 2011

3 días perdido en los montes de León

Después del rescate no podía andar.
José Luis Garrido, un biólogo jiennense de 30 años, cayó por un barranco en los montes del Bierzo, en León, mientras hacía un trabajo de campo para el departamento de Botánica de la Universidad de Santiago de Compostela. 

El calvario del biólogo jienense, José Luis Garrido, comenzó el 2 de julio de 2005. Fue en esas fechas cuando el departamento de Botánica de la Universidad de Santiago de Compostela lo enviaba a los montes del Bierzo, en León, a hacer un trabajo de campo para estudiar el éxito reproductivo de una planta de la zona. Como en días anteriores, el biólogo se encontraba recorriendo el monte cuando sufrió una peligrosa caída, que ha cambiado radicalmente su vida.

Esa caída provocó en José Luis heridas en las dos piernas y un traumatismo cráneo-encefálico, a lo que había que añadir que el biólogo cayó varios metros y se encontraba en una zona de muy difícil acceso. Pasó tres días perdido en el monte sin que los equipos de rescate dieran con él, pero José Luis no se dio por vencido y durante ese tiempo fue arrastrándose como pudo hacia un sitio más visible y alimentándose con su propia orina. Quedó al borde de la extenuación y perdió la voz de tanto gritar.

- Sólo veía alucinaciones, creo que sí pude sobrevivir tres días en una situación así fue porque hice caso a los instintos más primarios, como se comporta un animal - explica desde su habitación de la clínica Virgen del Consuelo de Valencia.
La Universidad de Santiago denunció la desaparición del biólogo, pero fue su familia la que, llegada desde Jaén, impulsó un dispositivo de búsqueda que dio resultado tres días después. Se rompió dos piernas y sufrió numerosos traumatismos por todo el cuerpo.


Momento del rescate de José Luis.
Empezó entonces un largo peregrinar de José Luis de hospital en hospital sometiéndose a numerosas intervenciones, pero sin éxito alguno.

- Mi tibia estaba muerta, infectada, todo había fracasado y me dijeron que pensara en la amputación - comenta.
 
Pero hace poco más de un mes José Luis se enteró de una nueva técnica quirúrgica pionera que había aplicado el doctor Pedro Cavadas, que implantó las dos manos a una mujer. José Luis contactó con él y el pasado día 19 fue intervenido por el doctor Cavadas, que le trasplantó una sección del peroné de su pierna derecha a la tibia de la pierna izquierda, la más afectada. Ayer se sometió a otra intervención para cubrir el injerto del hueso.

- Estoy convencido de que voy a volver a andar - dice esperanzado José Luis, quien aún deberá permanecer algunos días en la clínica valenciana y, a partir de ahí, iniciar un largo procedo de rehabilitación.
También el doctor Cavadas ha dicho que el pronóstico es bueno, aunque se muestra prudente al tratarse de operaciones todavía excepcionales en España.

Lo que José Luis nunca imaginó es que, salvada la vida tras aquél fatal accidente, lo peor estaba todavía por llegar. Y no lo dice por el largo tratamiento médico que le ha tenido postrado en silla de ruedas desde entonces, sino por el trato inexplicable que dice haber recibido de la Universidad de Santiago de Compostela.

Según el biólogo, tras terminar su beca, otorgada por el Ministerio de Educación, la Universidad gallega le ofreció un contrato posdoctoral para prorrogar su investigación sobre ecología vegetal, pero ese contrato sólo fue verbal y nunca llegó a firmarse.

La Universidad esgrime, por tanto, que no tiene obligación alguna de indemnizarle, algo de lo que discrepa José Luis, que ha llevado a la Universidad de Santiago a un contencioso.

- Lo que hacía me gustaba mucho, pero es inadmisible que una Universidad pública se permita tener trabajando a una persona sin estar dada de alta y sin ningún seguro. Nunca pensé que me dejaran en la estacada - asegura decepcionado.


domingo, 16 de octubre de 2011

Sobrevive 12 días en Australia a base de hierbajos y moras

Sobrevivió al desierto australiano comiendo moras y hierbajos y durmiendo bajo un tronco en un intento por permanecer caliente y seco.


El padre de Jamie le echó una bronca nada más verlo.

Pero cuando Jamie Neale fue rescatado del implacable territorio de las Montañas Azules, el mochilero británico tuvo que pasar por otro suplicio: su padre lo estaba esperando para echarle una severa bronca por haberse perdido. Richard Cass, que había volado a las montañas desde Londres para ayudar en el rescate de su hijo, se puso eufórico cuando se enteró de que su hijo de 19 años había sido encontrado, pero la felicidad estuvo coloreada de exasperación.

- Debe de ser el único adolescente del mundo que va a una excursión de 20 kilómetros sin su teléfono móvil - dijo el padre - Cuando oí todos los errores que cometió, como no firmar el registro del hostal y no llevar una señal de emergencia, no puedo decir que lo mataría porque iría contra el objetivo, pero le daré una patada en el c...

Neale, que se recuperaba anoche de la deshidratación y los síntomas de congelación en el Hospital Montañas Azules de Katoomba, dijo que lo primero que hizo su padre cuando la pareja se reunió fue insultarlo.

Richard Cass fue impenitente:

- Sí que lo insulté, tenía lágrimas en los ojos. Le dije que su historia podría ser una película sobre cómo perderse en el desierto. No lleves tu móvil, lleva ropa oscura, no firmes en los hostales, y si tienes una manta de emergencia, olvídala en Perth.

Menos de 24 horas antes, la situación de Neale era desesperada. Perdido en la naturaleza, confuso y desorientado, creyó que moriría. Muchos de los que lo buscaban, incluido su padre, habían agotado la esperanza de encontrarlo vivo.




Pero a las 11:30 de la mañana hora local, el estudiante de año sabático fue visto por dos personas en la remota zona Medlow Gap, a unos 20 kilómetros de Katoomba.
Lo llevaron fuera del valle, llamaron a la policía y se lo entregaron a los bomberos, que lo llevaron al hospital. Allí se reunió con su padre, que había estado a punto de subirse a un avión de vuelta a Londres cuando un mensaje de texto de la policía llegó con buenas noticias.


Dos días antes, Richard Cass había  viajado al último lugar donde su hijo había sido visto para cavar una tumba en las rocas y dar una especie de despedida funeral. Se fue de la formación rocosa de Ruined Castle y puso el nombre de Jamie, la fecha de nacimiento y la de su desaparición junto con las palabras: "mi chico".
Ahora que la tumba de Jamie es testamento de las increíbles habilidades de supervivencia de Jamie mientras cientos de trabajadores a la búsqueda peinaban la densa zona de matorral del Parque Nacional de las Montañas Azules durante 12 días.

Supervivencia
En un extraordinario ejemplo de supervivencia, logró esquivar la hambruna y la hipotermia alimentándose de moras, semillas y "hierbajos que parecían cohetes". Pasó varias noches durmiendo debajo de troncos y otras simplemente acurrucado en su chaqueta mientras intentaba buscar una salida de aquella zona salvaje siguiendo ríos y subiendo zonas escarpadas.
Hablando desde la cama del hospital, dijo:

- Realmente pensé que moriría. Podía ver los helicópteros volando por encima pero no podían verme.

El 3 de julio, Neal, de Muswell Hill, norte de Londres, salió de excursión por una zona de matorral por el vasto y escarpado valle de Jamieson, sin decirle a nadie adónde iba y sin llevar el equipo necesario. Solo tenía una pequeña cantidad de agua y dos rebanadas de pan.

Estos errores implicaron que, cuando se le dio por desaparecido, la policía tuvo el reto de encontrarlo igual que si se tratara de una aguja en un pajar. Cientos de rescatadores y voluntarios peinaron aproximadamente 100 kilómetros cuadrados de denso matorral. Uno se rompió el brazo, otro tuvo que ser rescatado. Algunas respuestas faltan sobre cómo permaneció vivo en este implacable territorio tanto tiempo. Su padre negó que que la increíble historia fuera una farsa y lo atribuyó a su forma física, juventud y tolerancia al frío. La temperatura en noches invernales en las Montañas Azules pueden bajar de 0 grados.

- Siempre he dicho que es un chico duro y que el frío no lo vencería - dijo el señor Cass - Podría andar hasta el Polo Norte en calzoncillos. Siempre que no se cayera por un barranco y se rompiera la cabeza, creo que estaría bien.

jueves, 13 de octubre de 2011

Octogenario sobrevive 18 horas en alta mar en Miami



Un buzo de 80 años de edad se pasó 18 horas agarrado a una boya en las frías y agitadas aguas del Océano Atlántico, antes de que un familiar le encontrase el domingo, poniendo fin a una exhaustiva búsqueda frente al Estrecho de la Florida.





El cubano Ignacio Siberio dijo que sobrevivió gracias a su traje isotérmico y los instintos desarrollados en 60 años de buceo y pesca submarina. Siberio no fue hospitalizado, pero se recuperaba en su casa de verano en Tavernier.

- Me siento bien, pero llegué a la casa exhausto, porque me pasé la noche y el día en el mismo lugar, sin moverme - dijo Siberio a The Associated Press en una entrevista telefónica.

El error: no anclar el bote mientras buceaba.
Siberio, un abogado que emigró a Estados Unidos desde Cuba, había salido en su bote a su favorita área de pesca frente a Tavernier alrededor de las 11 a.m. el sábado. Alrededor de las 2:30 p.m. se dio cuenta de que el bote no estaba anclado. Siberio dice que nadó furiosamente para alcanzar el bote durante casi 4,83 kilómetros antes de desistir, agarrándose a una boya y viendo como su bote se alejaba en aguas de más de 100 metros de profundidad.

Al caer la noche, la temperatura bajó considerablemente, y el viento del norte arreció, agitando las aguas y sacudiéndolo. Siberio, que bucea casi todas las semanas, dijo que su experiencia le ayudó a saber cómo lidiar con las corrientes marinas y cómo lidiar con el frío, manteniéndose en constante movimiento.

- Uno tiene que concentrarse mentalmente de una manera extraordinaria para que uno no llegue al punto en que el frío, el peligro y el hecho de que no cuentas con ayuda te hagan rendirte, pues cuando te rindes, se acabó, señaló Siberio.

En tanto, la esposa de Siberio llamó a su sobrino nieto Carlos López para preguntarle si estaba con él. López se dio cuenta que pudo haber habido problemas y llamó a la Guardia Costera de Estados Unidos, que comenzó a buscarlo con aviones y embarcaciones. López y su amigo Roberto García manejaron desde Miami hacia los cayos de la Florida, subieron a embarcaciones y comenzaron a buscar la balsa de Siberio en una mar encrespada y a plena noche. La Guardia Costera concluyó su búsqueda a las 2 de la madrugada.

Siberio siguió luchando, al agrupar toda su fuerza mental y física para mover sus piernas debajo del agua y evitar que la hipotermia lo venciera. Batalló hasta el amanecer y comenzó a nadar hacia la costa a más de 16 kilómetros de distancia.


Su embarcación fue encontrada a 64 km del lugar donde había parado a bucear.

La familia de Siberio se preocupó aún más el domingo, cuando la Guarda Costera encontró su embarcación a 37 kilómetros al este del cayo Elliott - aproximadamente más de 64 kilómetros desde donde Siberio comenzó a bucear el sábado. López y García continuaron con la búsqueda en el bote de García. Sobre las 10:30 a.m., García avistó a Siberio a casi 10 kilómetros de la costa. Lo rescataron y llamaron a la Guarda Costera.

López quedó sorprendido con la fuerza de su tío. Siberio dijo que sobrevivió al no pensar mucho sobre su desesperada situación.

- No puedes empezar a pensar por un segundo en lo que te está sucediendo, porque si lo haces, pierdes - dijo el abogado cubano - La sensación de que puedes morir en cualquier momento es constante.

Anciano sobrevive 5 días al desierto de Arizona


Henry Morello, en el hospital donde fue atendido.
Un hombre de 84 años de edad sobrevivió por 5 días en el desierto de Arizona, tomando el líquido de limpiabrisas de su SUV. Por si fuera poco, el hombre sufre de diabetes.



El 7 de febrero, Henry Morello, un hombre de 84 que sufre de diabetes, regresaba a su casa luego de visitar a un amigo. 


Cogió un camino equivocado después de comer en Harold's Cave Creek Corral, y posteriormente su camioneta cayó en una zanja y quedó atascada en medio del desierto de Arizona. Más tarde la batería del coche murió junto con la de su teléfono móvil.


Morello no tenía agua con él, pero sí un poco de sobras de pasta del bar Harold's, aunque eligió no comérsela porque le daría sed. 


Sin agua ni comida, Morello se las ingenió para sobrevivir gracias al líquido limpiapabrisas. El anciano utilizó una piedra para romper el recipiente del líquido y usó una servilleta para filtrarlo y poder beberlo. Afortunadamente el anciano utilizó su inteligencia para sobrevivir, utilizando además las alfombras del piso de su automóvil para protegerse de las frías temperaturas durante las noches.  

Permaneció más de cinco días esperando a que alguien reparara en su ausencia y pasara a buscarlo.
Morello fue encontrado por excursionistas.


Aunque Morello sufre tempranos síntomas de demencia, estaba alerta y coherente después de pasar 3 días en el hospital. Dice que su fé lo mantuvo vivo.

- Estoy muy bien ahora. Me han dado una buena ducha... Me siento genial - decía Morello - ¿Si tenía miedo? Algunas veces por la noche me daba miedo, pánico, un poco. No sabía si iban a encontrarme o no. No puedo andar, así que tuve que quedarme allí... Intenté irme de allí, pero me caí y tuve que arrastrarme de vuelta al coche.

Por ahora, su familia y amigos dicen que le han quitado las llaves del coche y que de ahora en adelante será un maravilloso copiloto.  



Turista canadiense perdida 49 días

Albert y Rita Chretien, la pareja desaparecida en Nevada.

Imagen: http://www.abc.es/20110509/internacional/abci-mujer-sobrevive-tras-pasar-201105090956.html 

Es una de esas historias imposibles que terminan con final feliz, al menos para uno de los protagonistas. La turista canadiense Rita Chrétien, de 56 años, y su marido, Albert, de 58, desaparecieron en un paraje montañoso de Nevada hace siete semanas cuando ambos se dirigían en su furgoneta hacia Las Vegas desde la Columbia Británica. 

Él fue por ayuda.

El pasado 22 de marzo, Albert Chrétien, de 59 años de edad, decidió caminar en busca de ayuda después de que el vehículo en el que viajaban quedó atrapado en un bosque, en una carretera forestal.
Unos días después, según ha contado la propia Rita, el marido decidió ir a pie a buscar ayuda con un GPS y la dejó sola. Esa fue la última vez que lo vio. La turista canadiense aguantó al principio comiendo los «snacks» que la pareja llevaba en la furgoneta, pero cuando se acabaron tuvo que alimentarse de nieve, según ha relatado su propio hijo, Raymond Chretien. Para pasar el rato, se dedicó a leer unos libros que llevaba consigo. El pasado jueves, se sintió sin fuerzas y creyó que le llegaba el fin. «Había una indicación muy clara», dijo Raymond. «Ella se preparaba el jueves para estar con su Salvador o ser rescatada».

Nada se supo de ellos hasta que la mujer fue encontrada con vida en una zona boscosa del estado de Nevada. Unos cazadores localizaron su camioneta en un camino maderero remoto del condado de Elko y dieron con la mujer, asombrosamente, viva.

Rita consiguió sobrevivir sola en el bosque durante casi dos meses, alimentándose incluso de nieve. Ha perdido entre 9 y 14 kilos y el día antes de ser encontrada por unos cazadores pensó que le llegaba su hora final, pero ha sido hospitalizada y se encuentra en estado estable. Sin embargo, aún no hay señales del marido. 

 

 

«Nunca habíamos visto nada igual»

Rita Chrétien se encuentra en condición estable en el St. Luke's Magic Valley Medical Center en Twin Falls, Idaho, donde su médico confirmó que, en efecto, había estado muy cerca del final. «Estamos familiarizados con el hambre en nuestro trabajo, pero nunca habíamos visto nada semejante. Ella, obviamente, tenía una gran mentalidad de supervivencia».

La paciente sigue ahora una dieta de líquidos y todavía está muy débil. Había perdido entre 9 y 14 kilos desde que se perdió. Cuando llegó al hospital, estaba tranquila y era capaz de comunicarse sin problemas. «Estamos muy optimistas de que tendrá una buena recuperación», dice su médico.
No se sabe nada del marido. Las carreteras de la zona son una «telaraña» y el terreno muy accidentado, y el equipo de rescate que sigue en su búsqueda no está seguro de la dirección que pudo tomar Albert después de dejar a su esposa. Por si fuera poco, la lluvia y el viento están dificultando la búsqueda. La mala visibilidad impide utilizar aviones y los caminos están impracticables. 

Qué hizo bien. 
- La hidratación es fundamental para sobrevivir al frío por tanto tiempo, dijo Cameron Bangs, un doctor de Oregón especializado en casos de hipotermia. - El agua no solo un juega un papel importante en las funciones del cuerpo, sino que también ayuda a prevenir las lesiones del frío como la congelación. Puedes vivir sin comida durante semanas. No es divertido, pero es posible - dijo - Pero no puedes vivir sin agua. 3 o 4 días es más o menos el máximo, así que es muy importante.

-Si te quedas en el vehículo - prosigue el doctor - tu oportunidad de salvarte es mayor, si alguien va a buscarte. Conservar la energía y distraer la mente fueron comportamientos acertados.

Programa especial sobre este caso (en inglés):








Curiosidades.

La aparición de Rita en este programa religioso coincide con su apellido: "chrétien" significa "cristiano", y no "cretino", en francés.

Algunas voces incluso llegaron a decir que la única forma por la que pudo sobrevivir fue el canibalismo. De ahí que no se encontrara a su marido.
















Japonés perdido hibernó 3 semanas sin agua ni comida

En Japón, un caminante herido sobrevivió en la montaña gracias a que hibernó.

Imagen: http://news.bbc.co.uk/2/hi/asia-pacific/6197339.stm
 
Un empleado público japonés describió por primera vez cómo sobrevivió durante más de tres semanas en un bosque en la montaña sin comida ni agua en lo que los médicos consideran el primer caso conocido de un ser humano que entró en hibernación.


Mitsutaka Uchikoshi se perdió en el Monte Rokko en el oeste de Japón el 7 de octubre después de una barbacoa con unos colegas. En lugar de sumarse a ellos para regresar en un telesilla, el hombre de 35 años decidió bajar la montaña caminando, pero se perdió, se cayó en un arroyo y se quebró la pelvis.

"
Al segundo día, salió el sol. Yo estaba en un campo y me sentía muy cómodo. Eso es lo último que recuerdo", dijo, poco antes de que lo dieran de alta en el hospital general de la ciudad de Kobe. "Después de eso, me debo de haber quedado dormido".

Cuando
un escalador lo encontró 24 días después, la temperatura corporal de Uchikoshi había bajado a 22ºC, apenas tenía pulso, había sufrido una hemorragia y le funcionaban mal varios órganos.

Los médicos que trataron a Uchikoshi creen que perdió el conocimiento después de la caída y que los instintos de supervivencia naturales del organismo lo dejaron en un estado similar a la hibernación cuando la temperatura en la montaña descendió a 10ºC.

"
Entró en un estado parecido a la hibernación y la función de muchos de sus órganos se volvió más lenta, pero el cerebro quedó protegido", le dijo a los periodistas el Dr. Shinichi Sato, director de la unidad de emergencia del hospital. "Creo que su capacidad cerebral se recuperó el 100%".

Los médicos no creen que Uchikoshi vaya a experimentar algún efecto perjudicial duradero. Un informe que se divulgó mientras estaba internado en el hospital decía que había bebido agua mineral y salsa barbacoa antes de perder el conocimiento. Los expertos dicen que todavía no resulta del todo claro cómo hizo el Sr. Uchikoshi para sobrevivir con su metabolismo casi interrumpido. 




 

"Este caso es revolucionario si el paciente verdaderamente sobrevivió con una temperatura corporal tan baja durante un período tan prolongado", dijo Hiroshito Shiomi, profesor de la Universidad Fukuyama. "Los investigadores tendrían que aclarar si la temperatura corporal de Uchikoshi cayó muy rápidamente o si empezó a perder temperatura mucho después, y si se estaba muriendo cuando los rescatistas lo encontraron".

Mike Grocott, especialista en cuidados intensivos en el University College London, dijo: "La gente puede estar profundamente hipotérmica y sobrevivir durante períodos moderados, pero éste parece ser un caso completamente extraordinario. No escuché hablar de ninguno similar con el mismo período de supervivencia". Sin embargo, agregó: "No estoy muy seguro de que se pueda decir que no tiene ninguna secuela. Yo tendría más reservas sobre la condición neurológica y general".

Desde hace tiempo los científicos vienen diciendo que la hibernación humana es posible en teoría, y que potencialmente se podría poner en uso para retardar la muerte celular cuando se trata una hemorragia cerebral y otras condiciones fatales.

En 2001, una nena canadiense, Erika Nordby, deambuló afuera de noche con temperaturas bajo cero, hasta que la madre la encontró, casi congelada
. A pesar del hecho de que la declararon clínicamente muerta -su corazón estuvo sin latir durante dos horas y su temperatura había bajado a 16ºC de los 37º normales-, Erika tuvo una recuperación total.  

Un accidente de avión y 3 días en la selva de Bolivia

Minor Vidal, así se llama el empresario boliviano que acapara prácticamente todos los titulares en su país, no sólo por ser el único en salir con vida del accidente de un pequeño avión sino porque sobrevivió tres días en la selva hasta que lo encontraron los equipos de rescate.


Tres costillas rotas, un pulmón perforado, un corte en la cabeza que le desprendió el cuero cabelludo y múltiples contusiones no le impidieron caminar durante dos días en busca de ayuda.

Era el único superviviente del vuelo de Aerocon que unía Santa Cruz (este) con la capital del departamento del Beni, Trinidad (noreste), cerca de donde se estrelló el martes pasado, en plena selva, a unos diez kilómetros de la ciudad.
Ocho personas murieron. El empresario fue el único en salir con vida del accidente. Bebiendo su propia orina y sin comer nada, consiguió aguantar hasta que fue rescatado.

Flecha con sangre

Vidal fue encontrado por una embarcación militar que navegaba en su búsqueda por uno de los numerosos ríos de la zona, afluente de la Amazonía.

El jefe de la misión de rescate, el capitán David Bustos, dijo que las búsquedas habían comenzado cuando encontraron que entre los restos del avión siniestrado sólo había ocho cuerpos.

Los oficiales relataron que cuando vieron Vidal pensaron que era un pescador, pero su insistencia en agitar una prenda para llamar su atención y su pésimo aspecto, les llevó a acercarse.

"Desde una distancia de varios kilómetros, vimos a un hombre en la orilla haciendo señales. Cuando vio que nos acercábamos se puso de rodillas y a dar gracias a Dios", relató Bustos.

Fue así que encontraron al único sobreviviente del accidente.

A los militares que lo hallaron, Vidal les relató cómo consiguió hacer un agujero en el fuselaje del avión para escapar.

"Nos contó que estuvo atrapado dentro del avión más de 15 horas, hasta que escapó y empezó a caminar. Sobrevivió bebiéndose su propia orina y el agua de una laguna", contó Bustos.

Según su propio relato, Bustos permaneció todo un día junto al avión, a la espera de los rescatistas.

Pero en vista de que no llegaban, decidió salir en busca de ayuda, no sin antes usar una camisa ensangrentada para dibujar una flecha en el fuselaje del avión indicando la dirección en la que emprendía la marcha.


Fuente: http://www.semana.com/mundo/boliviano-sobrevivio-accidente-avion-tres-dias-selva/163957-3.aspx

martes, 11 de octubre de 2011

3 días en el bosque con algunos huesos rotos

Una excursionista de Oregón que sobrevivió a una caída de 15 metros, huesos quebrados y tres noches perdida en un parque nacional dijo que su fuerte deseo de vivir la llevó a seguir avanzando a rastras, comer bichos e incluso tratar de morder una "rellena y jugosa" babosa. 


Pamela Salant, de 28 años, dijo el lunes a los reporteros que el gasterópodo "parecía realmente apetitoso, pero no lo estaba" y lo tuvo que escupir después de darle un mordisco.
"Pensaba, 'No puedo creer que esté haciendo esto, pero es lo que está sucediendo''', dijo.
Salant, que da clases de arte a nivel preescolar en Portland, fue rescatada el 2 de agosto por un helicóptero de la Guardia Nacional de la Armada en Oregón.
El 30 de julio, durante un viaje de campamento en compañía de su novio en el Parque Nacional Mount Hood, Salant salió en busca de un sitio para acampar, se perdió y cayó.
Sentada en una silla de ruedas en un hospital de Portland, Salant dijo que sobrevivió comiendo orugas y moras. Cuando se perdió vestía solamente un short y una blusa de tirantes, por lo que se cubrió con musgo para mantener el calor corporal.
Salant sufrió una rotura de tibia y fracturas en la parte media de la espalda. Siguió un riachuelo con la intención de llegar al Río Columbia, arrastrándose y deslizándose en su trasero porque no podía caminar.
Se arrastró por más de 1,6 kilómetros (una milla) desde el lugar donde cayó, siempre manteniéndose cerca del riachuelo.
"Ese deseo de vivir fue muy fuerte y sentí que mi vida no debía terminar así", dijo la excursionista. "Simplemente seguí avanzando pese a todo el dolor. Sólo quería seguir avanzando".
Salant dijo que en un principio estaba sorprendida tras su caída y no se dio cuenta de la gravedad de sus lesiones hasta que el dolor la despertó la mañana siguiente.











  

viernes, 7 de octubre de 2011

14 días perdidos en la montañas argentinas

Planeaban unir dos refugios de montaña y erraron el camino.  El se  accidentó y ella caminó días enteros, casi sin comida.Dormían al aire libre y amanecían nevados. Ya están a salvo.

Ahora, Brendan Timmis y Su-Yi Leen esperan el alta médica de él para volver a Australia.
La pareja llegó a Ushuaia en enero y tenía planeado recorrer Sudamérica durante un año.


(Fotografía: http://www.pagina12.com.ar/1999/99-03/99-03-20/pag14.htm)

14 días perdidos.
Temblando de frío, con un puñado de caramelos como última reserva de comida, y con la pierna derecha partida en dos, Brendan Timmis seguía siendo optimista. Hacía varios días que estaba perdido junto a su novia, Su-Yin Lee, en una montaña de Bariloche. Pero el muchacho jamás se resignó.
-¿Querés casarte conmigo cuando volvamos a casa? -le preguntó el turista irlandés a su compañera de aventura, según él mismo contó ayer a Clarín.
Ella, una australiana de 31 años que lo había estado llevando en andas desde que él se fracturó una pierna, aceptó sólo si salimos vivos de esta pesadilla, ironizó. Catorce días después de perderse en la montaña, el encargado de un refugio los encontró muertos de frío y de hambre. En ese momento, pusieron la fecha de casamiento: la boda, prometieron, se hará en noviembre, en la ciudad australiana de Perth, donde viven. Desde la cama del Sanatorio San Carlos, en Bariloche, y poco despúes de haber sido operado de la rodilla, Brendan habló con Clarín y contó la odisea que le tocó vivir junto a su novia en plena montaña.

Malinterpretaron un mapa.
El irlandés, de 28 años, y Su-Yin - descendiente de inmigrantes chinos - se conocieron hace dos años en la empresa petrolera donde trabajan: los dos son ingenieros. Fue un amor a primera vista, resumieron a coro.Hace unos meses, resolvieron pasar sus vacaciones en Sudamérica: se compraron ropa de montaña, botas y una guía de viajes que, si hubiera sido leída correctamente, les hubiera permitido tocar varios picos de la Precordillera. Pero algo falló. Arrancaron en Santiago de Chile y empezaron a bajar. Pasaron por Torres del Paine, tocaron las bases antárticas de distintos países, escalaron buena parte de los 3.400 metros del Fitz Roy. Y llegaron a Bariloche a fines de febrero. El miércoles 3 de marzo viajaron 30 kilómetros hasta el Lago Jakob, que está al lado de un refugio -llamado San Martín- que los andinistas suelen tomar como punto de partida. Estudiamos bien el recorrido y arrancamos, dijo Brendan. Pero evidentemente, no interpreté bien el mapa: supongo que confundí el Valle de la Chata con el Valle de Goye, relató. La primera noche la pasaron en el refugio del Cerro Navidad. A la mañana siguiente, intentando retomar el camino correcto, la pareja tomó un sendero de piedras que bordeaba un barranco. 

La caída.
Entonces Brendan Timmis trastabilló, rodó varios metros hacia abajo y escuchó un ruido extraño. Cuando advertí que estaba fracturado, perdido en plena Patagonia y sin ninguna manera de comunicarme con nadie, pensé que me moría. Se salvó de morir porque su mochila absorbió el impacto las tres veces en que se estrelló contra una roca. Fue ella la que me mantuvo con esperanzas de volver, repetía ayer. Cuando el hombre se fracturó, la mujer tomó la iniciativa. Lo primero que se me ocurrió fue entablillarlo con las varillas de la carpa, explicó. Y decidieron esperar en ese lugar hasta que los viera otro andinista. Pasó un día, dos, tres. La escena siempre era la misma: él acostado, aguantando el dolor de la pierna que se le hinchaba cada vez más. Ella era la encargada de ir a un arroyo a buscar agua. Y pasó el cuarto día, el quinto, el sexto.El martes 9 de marzo se dieron cuenta de que se habían comido todas las pasas de uva: les quedaba muy poca comida, algunos caramelos, unas pocas galletitas. 

Se separaron.
Cambiaron los planes: decidieron que Su- Yin iría sola a buscar ayuda. Le dejó la comida al enfermo y salió con los caramelos y las galletitas. Bajó hasta el Tristeza, un brazo del lago Nahuel Huapi. Y se le encendieron los ojos cuando vio una piedra con las siglas del Club Andino Bariloche. Pero se le empañaron de bronca cuando, a tres días de andar sola, seguía sin encontrar ayuda. Ya sin nada que comer, regresó a buscar a su novio. 

- Todo era tan remoto. Tuve visiones de que la gente nos encontraba, como esqueletos, dentro de 10 años - dijo Lee.  

La travesía, que había sido planeada para cuatro días, se estaba haciendo demasiado larga. Decidimos que, de alguna manera, teníamos que movernos hacia el este, donde sale el sol. Fue así que, mirando los mapas, fijamos como objetivo una depresión que hay entre los montes Bailey Wills y Negro, recordó Su-Yin. Avanzaron de a tramos. Primero, ella se calzaba su mochila, caminaba cien metros, dejaba la carga y regresaba a buscar el equipaje de su novio. Finalmente, en el tercer viaje, volvía a desandar los 100 metros para buscar a Brendan, a quien prácticamente llevaba aupa. Tardaron horas en llegar a destino, entre tormentas de nieve y lluvia. Se habían quedado sin fuerzas y sin alimentos. Pero él se empecinaba en mantener la esperanza: Me parecía un desperdicio morir así. Yo siempre soñé con una familia... Por eso le propuse matrimonio.

La salvación.
En el medio del camino, el cielo empezó a despejarse y, por fin, descubrieron un refugio. Allí los recibió Claudio Fidani, encargado del lugar. No podíamos creer que apareciera ese lugar en medio de la nada, se reían ayer los futuros esposos. Los bajaron en caballo. Al pie de la montaña los esperaba una ambulancia. Brendan asegura que en ese momento se le ocurrió preguntarle a su mujer si estaba dispuesta a regresar a Bariloche para pasar ahí la luna de miel. 

Fuente: http://edant.clarin.com/diario/1999/03/20/e-05001d.htm 

18 días perdida en la Sierra Almijara de Málaga


«Lo último que esperábamos encontrar era una mujer viva»
La holandesa Mary-Anne Goossens ha pasado dieciocho días entre unas cascadas del nacimiento del río Chíllar, en Nerja, en una hondonada que se convirtió para ella en un callejón sin salida. Se fabricó un lecho de esparto y rellenó sus ropas con las matas que pudo arrancar del terreno para abrigarse del frío. El agua del río le permitió sobrevivir. Y la suerte quiso que unos senderistas se la encontraran el martes en su camino por la zona más alta del río, a doscientos metros de su nacimiento, un paraje de extraordinaria belleza, pero de muy difícil acceso.
Mary-Anne llegó a Málaga el 16 de junio para pasar unas vacaciones. Reservó una semana en el hotel Bajamar, en Nerja, pero solo pasó allí la primera noche. El resto estuvo durmiendo al raso, sin comer y solo bebiendo agua del río, a más de veinte kilómetros en línea recta, y a unas doce horas andando desde donde salió para hacer la ruta del río Chíllar.

Salió con la intención de llegar a Frigiliana. Debajo del viaducto, donde el río Chíllar se divide en dos, tomó el rumbo que creyó que la llevaría a esa localidad. Cuando comenzó a oscurecer pensó que le quedaba poco para Frigiliana. Pero no llegó. Durante su aventura por las montañas axárquicas incluso divisó el mar y pensó en bajar, pero se encontró con un sitio abrupto y se dio cuenta que estaba atrapada. Cada vez se sentía más débil, así que optó por tratar de sobrevivir bebiendo agua que encontraba cerca y procurando no romperse ningún hueso. Con un espejo y un silbato, de vez en cuando daba señales para intentar que alguien la encontrara. Los hijos contaron que durante los días que pasó en la montaña, su mayor temor era toparse con una serpiente.
«Llegar allí es un infierno», resumió uno de los miembros del operativo de rescate, capitaneado por los especialistas del Equipo de Rescate e Intervención en Montaña (EREIM) de la Guardia Civil. Ayer, tres agentes de esta unidad de élite la sacaron de la poza donde había quedado atrapada. Estaba desnutrida, mareada y con quemaduras en la piel provocadas por el sol. Pero consciente. Y viva.
«Nos dijo que quería conocer el río, pero llegó un momento en que quedó 'enriscada' (como se dice en el argot), lo que quiere decir que estaba atrapada entre dos cascadas, sin poder subir ni bajar», relató uno de los especialistas, quien destacó la fortaleza de esta mujer holandesa, de 48 años, 1,65 metros de estatura, pelo corto, y bibliotecaria de profesión en la ciudad neerlandesa de Stramproy. Durante esos dieciocho días que permaneció perdida en la sierra, gritó sin parar por si alguien la oía, y utilizó un silbato. A las ocho de la tarde del martes, tres senderistas malagueños oyeron su petición de auxilio y, horas más tarde, cuando tuvieron cobertura en sus móviles, avisaron a los servicios de emergencias.

«Una auténtica casualidad»
Los que conocen la zona donde fue rescatada esta turista holandesa aún no dan crédito a cómo ha sido capaz de sobrevivir tanto tiempo sin comida, solo bebiendo agua del río. «Ha sido una auténtica casualidad. Todas las batidas de rastreo se habían hecho siempre por debajo de la presa del río Chíllar, que es la zona más frecuentada, ya que a partir de ahí el río se estrecha mucho y es muy difícil seguir», explicó un voluntario de Protección Civil que colaboró en el operativo de rescate, en el que también participaron agentes de las policías locales de Frigiliana y Nerja, así como efectivos del Consorcio Provincial de Bomberos (CPB) y de los diferentes puestos de la Guardia Civil.
Los excursionistas que la encontraron con vida el martes le dieron un saco de dormir y una manta térmica, así como algo de comida. Dado que en la zona donde se encontraban, a unos doscientos metros del nacimiento del río Chíllar -lo que supone más de veinte kilómetros desde el núcleo urbano de Nerja-, no había cobertura para dar aviso desde el móvil, los tres jóvenes iniciaron el descenso hasta la zona conocida como Cortijo del Imán.
Desde allí realizaron varias llamadas de socorro, las primeras en la misma noche del martes, sin conseguir contactar con el 112, por lo que al oscurecer, dicidieron echarse a dormir. Así, la llamada definitiva se registró a las 7.30 horas de ayer, e inmediatamente después se puso en marcha el operativo de rescate. El helicóptero de la Guardia Civil hizo una primera parada técnica en la plaza de las Tres Culturas de Frigiliana, para desde ahí alcanzar la zona donde se encontraba Mary-Anne Goossens.

Rescate con cuerdas
Tras sobrevolar el río, localizaron a la turista junto a una de las pozas del nacimiento, atrapada entre dos cascadas. Los agentes buscaron el mejor camino para bajar a la hondonada. Iban cargados con la camilla y con todo el equipo, por lo que tardaron unos 25 minutos. Desde ahí, y con mucha dificultad, treparon hasta la posición en que se encontraba Mary-Anne.
Finalmente, la mujer fue rescatada con la ayuda de cuerdas hasta una zona elevada, donde el helicóptero la evacuó. Tras ser rescatada, contó a los agentes que se quedó bloqueada, que no era capaz de bajar ni de subir el río, y que prefirió esperar a que la localizaran, porque estaba muy cansada.
Rápidamente, fue trasladada hasta el hospital comarcal. El helicóptero aterrizó junto al parking del Centro Comercial El Ingenio, donde fue traslada a Urgencias. Allí comió, se le hicieron pruebas médicas y se certificó que, salvo algunas quemaduras y heridas leves, está en perfecto estado, y hoy podrá recibir el alta médica. Un auténtico milagro.
Por su parte, Antonio Díaz, portavoz de la familia, explicó a los periodistas que Mary Anne ha sobrevivido solo con agua, «algo muy extraño y muy duro», y que se tapaba con hierbas que se metía en la ropa durante las noches para protegerse del frío.



Los trucos de Mary-Anne.
No solía hacer senderismo, solo daba paseos por su pueblo en Holanda. Mary Anne ha mordido madera, ha comido algunas hierbas e incluso ha saciado su hambre pensando en cómo preparar algunas comidas. "Con eso tenía la sensación de que había comido". Incluso contempló la idea de ingerir hormigas, aunque no llegó a eso.

Mary Anne mojaba la camiseta durante el día para estar fresca, pero que siempre procuraba que estuviera seca para cuando llegara la noche. Entonces, se hacía una cama con ramitas, se colocaba hierbas debajo de la ropa para protegerse del frío y se metía debajo de una roca un poco inclinada para guarecerse del frío.

Durante los días que estuvo atrapada junto al río Chíllar para mantener ocupada su mente pensaba en la forma en que celebraría su 50 cumpleaños, en "cómo iba a ser la fiesta, la comida y a quién iba a invitar". "Ha estado mirando solo hacia el futuro", apuntó su hija