Este grupo de
excursionistas rusos formaba parte de una expedición para esquiar a través de las
cordilleras de los Urales y subir al monte Otortén. Constaba de 8 hombres y 2 mujeres casi todos
estudiantes del Instituto Politécnico de los Urales:
-Igor Diatlov,
líder del grupo. Estudiante del departamento de radio, 23 años
-Zinaida
Kolmogorova. Estudiante del departamento de radio, 22 años
-Liudmila
Dubinina. Estudiante de economía, 21 años
-Aleksandr
Kolevatov. Estudiante del departamento de geotecnia, 25 años
-Rustem
Slobodin. Estudiante de la facultad de ingeniería, 23 años
-Yuri
Krivonischenko. Estudiante de la facultad de ingeniería, 24 años
-Yuri
Doroshenko. Estudiante de economía, 21 años
-Nicolas
Thibeaux-Brignollel. Estudiante de la facultad de ingeniería, 24 años
-Alexander
Zolotarev. Guía de montaña,
37 años
-Yuri Yudin. El único superviviente.
La travesía fue
catalogada de "categoría 3" ya que las condiciones climatológicas y
el terreno la hacían muy dura, y el objetivo era alcanzar el Monte Otorten
(situado a 12 km más al Norte del paso Dyatlov) y regresar antes del día 12 de
febrero a Vizhai. El grupo llegó a la ciudad de Ivdal el 25 de Enero, donde el
crudo invierno ruso ya estaba en su apogeo dejando el paisaje blanco por las
intensas nevadas. Preguntaron si algún transporte iba hasta Vizhai (el último núcleo
urbano del extremo Norte de esa zona de los Urales). Un camionero se
ofreció a llevarlos.
Instalando el campamento (Foto: Consulado Ruso-2008) |
El día 27 de
Enero iniciaron la marcha a pié hasta el Monte Otorten, pero Yuri Yudin a causa de su
enfermedad no pudo mantener el ritmo de los demás y decidió regresar a Ivdal.
El grupo se había reducido a 9 personas. El 31 de Enero se internaron por los
tramos de las zonas altas de los Urales, y tuvieron que hacer uso
de su equipo
de escalada para rebasar la zona hasta llegar a los valles, donde se
reabastecieron
de los víveres y materiales necesarios para el viaje de regreso. El 1 de
febrero se dispusieron a cruzar el paso
de montaña para alcanzar el campamento que estaba al otro lado, pero a
causa
del mal tiempo se vieron envueltos en una tormenta con fuertes rachas de
viento
y nieve; quedando totalmente desorientados, desviándose a través de uno
de los
tramos situados al Oeste del paso que conducía a la cima de la montaña.
Cuando
fueron conscientes de su equivocación decidieron detenerse y montar las
tiendas de campaña hasta que la tormenta amainara y así volver al día
siguiente a la ruta correcta.
Se esperaba que
Dyatlov enviara un telegrama de confirmación de regreso a Vizhai antes del 12
de febrero, pero jamás fue recibido. Los familiares y amigos de los jóvenes aventureros,
al no recibir noticias de los mismos, se prestaron a montar un grupo de rescate
para que fuera recorriendo la ruta programada. Dicho grupo de rescate estaba
formado por alumnos voluntarios y miembros del profesorado del Instituto
Politécnico de los Urales, que iniciaron su búsqueda el día 20 de febrero. Días más tarde, miembros del ejército se unieron al equipo de búsqueda y rescate, aportando
efectivos de a pié y dos helicópteros.
Restos del campamento (Foto: Consulado Ruso-2008) |
La terrible
sorpresa llegaría el día 26 de Febrero, cuando la patrulla de rescate encontró el
campamento abandonado y en muy mal estado, junto a la ladera del Monte Kholat
Syakhl. Las tiendas de campaña presentaban múltiples daños y en la nieve se
podían distinguir las huellas de los excursionistas en dirección a un bosque
que se hallaba a unos dos kilómetros de distancia, en sentido contrario de la
ruta que habían establecido. Se adentraron en el bosque y comprobaron que a
pocos metros de distancia las huellas se perdían ocultas bajo un grueso manto
de nieve; perdiendo así el rastro dejado por los desaparecidos. El grupo
continuó su marcha a través del bosque, hasta que, unos quinientos metros
después de haber perdido el rastro de los excursionistas, se dieron de bruces
con los restos de una hoguera improvisada bajo un enorme pino y, junto a ella, un
cadáver descalzo ataviado solamente con su ropa interior térmica. Siguieron
rastreando la zona, hallando otros tres cuerpos sin vida. Por la posición de
los cadáveres, de cara al campamento, daba la sensación de que habían caído fulminados
mientras huían despavoridos de algo o de alguien. Los cuerpos sin vida del
resto de los integrantes del grupo no fueron hallados hasta dos meses después de haberse
iniciado los trabajos de rescate, sepultados bajo una capa de nieve de cuatro
metros de espesor, junto a uno de los arroyos del barranco que discurren por el
interior del bosque.
¿QUÉ SUCEDIÓ
REALMENTE?
La autopsia de
los cinco primeros cuerpos encontrados, reveló que no había lesiones que
hubieran
podido provocar la muerte de ninguno de ellos y en un principio se
mantuvo la hipótesis de la muerte por hipotermia. Pero las autopsias de
los otros cuerpos hallados más
tarde, cambió drásticamente el desarrollo de la investigación. Tres de
los
fallecidos mostraban lesiones mortales. Uno de ellos presentaba
importantes
daños en el cráneo, y los otros dos mostraban sendas fracturas en sus
cajas torácicas
que parecían haber sido inducidas por causa del atropello de un vehículo
circulando
a gran velocidad. Ninguno de ellos
presentaba lesiones superficiales, exceptuando una de las muchachas a la
que le
faltaba la lengua.
Localización de los primeros cuerpos (Foto: Consulado de Rusia-2008) |
Una de las primeras
hipótesis que se barajaron fue que un grupo de indígenas Mansi hubiera atacado
a los excursionistas por haber entrado en sus tierras, pero las lesiones que
presentaban sus cuerpos y las huellas encontradas, todas pertenecientes a los
fallecidos, acabaron por desestimar esta primera conjetura. Los restos hallados
en el campamento intuían que en aquel lugar se habían vivido situaciones de
auténtico pánico. Las tiendas de campaña, que permanecían con las cremalleras cerradas,
estaban rotas y daba la sensación que sus ocupantes las habían abandonado a
toda prisa presos de una situación de pánico. Y lo más enigmático del caso, es que
los últimos cuerpos que fueron encontrados mostraban altos niveles de
radiación. Dichos niveles también fueron detectados por los investigadores en
la zona de la ladera donde estaban montadas las tiendas de campaña. Por otro lado, la previsión
meteorológica del día 2 de Febrero indicaba fuertes rachas de viento, intensas
nevadas y temperaturas inferiores a -20ºC, pero los cadáveres iban vestidos con
la misma ropa que habían utilizado para dormir, incluso algunos llevaban sobre sus cuerpos
trozos de tela que habían arrancado a los que ya habían fallecido, para
resguardarse del frío.
(Foto: 3djuegos.com) |
Algunos
investigadores ajenos al trabajo de campo "oficial", que tuvieron
acceso a los archivos relacionados con el caso, expusieron que la versión oficial ofrecida por las autoridades declaraba que tres de los
excursionistas habían perecido de hipotermia y el resto a causa de diversos
accidentes de montaña. Cabe añadir, que tras los funerales de los jóvenes excursionistas,
sus familiares afirmaron que los cuerpos presentaban un extraño tono marrón en
la piel.
El paso Dyatlov permaneció
cerrado durante más de tres años por las autoridades, y todavía hoy se desconocen
las verdaderas causas por las que los nueve excursionistas huyeran despavoridos de
las tiendas de campaña, casi sin ropa, adentrándose en el bosque junto a las
laderas del monte Kholat Syakhl. Algunos alpinistas profesionales han afirmado
en varias ocasiones que han visto esferas anaranjadas sobre la zona y sentirse pesados
mientras deambulaban por los bosques cercanos al paso.
¿Fue algún
experimento militar lo que mató al grupo de Dyatlov, o fue algo que tal vez
nunca lleguemos a comprender? Solo el caprichoso paso del tiempo tiene las
respuestas a este misterio, que posiblemente jamás nos sean reveladas.
Texto tomado del blog:
http://balearoculta.blogspot.com.es/2012/04/el-incidente-del-paso-dyatlov.html
TEXTO
BASADO EN LAS PUBLICACIONES DE "MYSTERIOUS DEATHS OF 9 SKIERS STILL
UNRESOLVED" DEL ST. PETERSBURG TIMES, DEL CONSULADO RUSO EN 2008.