lunes, 10 de marzo de 2014

El incidente del paso Dyatlov

Este grupo de excursionistas rusos formaba parte de una expedición para esquiar a través de las cordilleras de los Urales y subir al monte Otortén. Constaba de 8 hombres y 2 mujeres casi todos estudiantes del Instituto Politécnico de los Urales:

-Igor Diatlov, líder del grupo. Estudiante del departamento de radio, 23 años
-Zinaida Kolmogorova. Estudiante del departamento de radio, 22 años
-Liudmila Dubinina. Estudiante de economía, 21 años
-Aleksandr Kolevatov. Estudiante del departamento de geotecnia, 25 años
-Rustem Slobodin. Estudiante de la facultad de ingeniería, 23 años
-Yuri Krivonischenko. Estudiante de la facultad de ingeniería, 24 años
-Yuri Doroshenko. Estudiante de economía, 21 años
-Nicolas Thibeaux-Brignollel. Estudiante de la facultad de ingeniería, 24 años
-Alexander Zolotarev. Guía de montaña, 37 años
-Yuri Yudin. El único superviviente.

La travesía fue catalogada de "categoría 3" ya que las condiciones climatológicas y el terreno la hacían muy dura, y el objetivo era alcanzar el Monte Otorten (situado a 12 km más al Norte del paso Dyatlov) y regresar antes del día 12 de febrero a Vizhai. El grupo llegó a la ciudad de Ivdal el 25 de Enero, donde el crudo invierno ruso ya estaba en su apogeo dejando el paisaje blanco por las intensas nevadas. Preguntaron si algún transporte iba hasta Vizhai (el último núcleo urbano del extremo Norte de esa zona de los Urales). Un camionero se ofreció a llevarlos.

Instalando el campamento
(Foto: Consulado Ruso-2008)
El día 27 de Enero iniciaron la marcha a pié hasta el Monte Otorten, pero Yuri Yudin a causa de su enfermedad no pudo mantener el ritmo de los demás y decidió regresar a Ivdal. El grupo se había reducido a 9 personas. El 31 de Enero se internaron por los tramos de las zonas altas de los Urales, y tuvieron que hacer uso de su equipo de escalada para rebasar la zona hasta llegar a los valles, donde se reabastecieron de los víveres y materiales necesarios para el viaje de regreso. El 1 de febrero se dispusieron  a cruzar el paso de montaña para alcanzar el campamento que estaba al otro lado, pero a causa del mal tiempo se vieron envueltos en una tormenta con fuertes rachas de viento y nieve; quedando totalmente desorientados, desviándose a través de uno de los tramos situados al Oeste del paso que conducía a la cima de la montaña. Cuando fueron conscientes de su equivocación decidieron detenerse y montar las tiendas de campaña hasta que la tormenta amainara y así volver al día siguiente a la ruta correcta.

Se esperaba que Dyatlov enviara un telegrama de confirmación de regreso a Vizhai antes del 12 de febrero, pero jamás fue recibido. Los familiares y amigos de los jóvenes aventureros, al no recibir noticias de los mismos, se prestaron a montar un grupo de rescate para que fuera recorriendo la ruta programada. Dicho grupo de rescate estaba formado por alumnos voluntarios y miembros del profesorado del Instituto Politécnico de los Urales, que iniciaron su búsqueda el día 20 de febrero. Días más tarde, miembros del ejército se unieron al equipo de búsqueda y rescate, aportando efectivos de a pié y dos helicópteros.

Restos del campamento
(Foto: Consulado Ruso-2008)
La terrible sorpresa llegaría el día 26 de Febrero, cuando la patrulla de rescate encontró el campamento abandonado y en muy mal estado, junto a la ladera del Monte Kholat Syakhl. Las tiendas de campaña presentaban múltiples daños y en la nieve se podían distinguir las huellas de los excursionistas en dirección a un bosque que se hallaba a unos dos kilómetros de distancia, en sentido contrario de la ruta que habían establecido. Se adentraron en el bosque y comprobaron que a pocos metros de distancia las huellas se perdían ocultas bajo un grueso manto de nieve; perdiendo así el rastro dejado por los desaparecidos. El grupo continuó su marcha a través del bosque, hasta que, unos quinientos metros después de haber perdido el rastro de los excursionistas, se dieron de bruces con los restos de una hoguera improvisada bajo un enorme pino y, junto a ella, un cadáver descalzo ataviado solamente  con su ropa interior térmica. Siguieron rastreando la zona, hallando otros tres cuerpos sin vida. Por la posición de los cadáveres, de cara al campamento, daba la sensación de que habían caído fulminados mientras huían despavoridos de algo o de alguien. Los cuerpos sin vida del resto de los integrantes del grupo no fueron hallados hasta dos meses después de haberse iniciado los trabajos de rescate, sepultados bajo una capa de nieve de cuatro metros de espesor, junto a uno de los arroyos del barranco que discurren por el interior del bosque.

¿QUÉ SUCEDIÓ REALMENTE?
La autopsia de los cinco primeros cuerpos encontrados, reveló que no había lesiones que hubieran podido provocar la muerte de ninguno de ellos y en un principio se mantuvo la hipótesis de la muerte por hipotermia. Pero las autopsias de los otros cuerpos hallados más tarde, cambió drásticamente el desarrollo de la investigación. Tres de los fallecidos mostraban lesiones mortales. Uno de ellos presentaba importantes daños en el cráneo, y los otros dos mostraban sendas fracturas en sus cajas torácicas que parecían haber sido inducidas por causa del atropello de un vehículo circulando a gran velocidad.  Ninguno de ellos presentaba lesiones superficiales, exceptuando una de las muchachas a la que le faltaba la lengua.
Localización de los primeros cuerpos
(Foto: Consulado de Rusia-2008)

Una de las primeras hipótesis que se barajaron fue que un grupo de indígenas Mansi hubiera atacado a los excursionistas por haber entrado en sus tierras, pero las lesiones que presentaban sus cuerpos y las huellas encontradas, todas pertenecientes a los fallecidos, acabaron por desestimar esta primera conjetura. Los restos hallados en el campamento intuían que en aquel lugar se habían vivido situaciones de auténtico pánico. Las tiendas de campaña, que permanecían con las cremalleras cerradas, estaban rotas y daba la sensación que sus ocupantes las habían abandonado a toda prisa presos de una situación de pánico. Y lo más enigmático del caso, es que los últimos cuerpos que fueron encontrados mostraban altos niveles de radiación. Dichos niveles también fueron detectados por los investigadores en la zona de la ladera donde estaban montadas las tiendas de campaña. Por otro lado, la previsión meteorológica del día 2 de Febrero indicaba fuertes rachas de viento, intensas nevadas y temperaturas inferiores a -20ºC, pero los cadáveres iban vestidos con la misma ropa que habían utilizado para dormir,  incluso algunos llevaban sobre sus cuerpos trozos de tela que habían arrancado a los que ya habían fallecido, para resguardarse del frío.

(Foto: 3djuegos.com)
Algunos investigadores ajenos al trabajo de campo "oficial", que tuvieron acceso a los archivos relacionados con  el caso, expusieron que la versión oficial ofrecida por las autoridades declaraba que tres de los excursionistas habían perecido de hipotermia y el resto a causa de diversos accidentes de montaña. Cabe añadir, que tras los funerales de los jóvenes excursionistas, sus familiares afirmaron que los cuerpos presentaban un extraño tono marrón en la piel.

El paso Dyatlov permaneció cerrado durante más de tres años por las autoridades, y todavía hoy se desconocen las verdaderas causas por las que  los nueve excursionistas huyeran despavoridos de las tiendas de campaña, casi sin ropa, adentrándose en el bosque junto a las laderas del monte Kholat Syakhl. Algunos alpinistas profesionales han afirmado en varias ocasiones que han visto esferas anaranjadas sobre la zona y sentirse pesados mientras deambulaban por los bosques cercanos al paso.

¿Fue algún experimento militar lo que mató al grupo de Dyatlov, o fue algo que tal vez nunca lleguemos a comprender? Solo el caprichoso paso del tiempo tiene las respuestas a este misterio, que posiblemente jamás nos sean reveladas.

Texto tomado del blog: 
http://balearoculta.blogspot.com.es/2012/04/el-incidente-del-paso-dyatlov.html

TEXTO BASADO EN LAS PUBLICACIONES DE "MYSTERIOUS DEATHS OF 9 SKIERS STILL UNRESOLVED" DEL ST. PETERSBURG TIMES, DEL CONSULADO RUSO EN 2008.

domingo, 9 de marzo de 2014

Un británico se desvanece en la Sierra Almijara de Málaga.

La familia del senderista desaparecido acude a la sierra para «asimilar» la pérdida

Han pasado ya once días desde que su mujer denunció su desaparición, pero sus familiares y amigos siguen teniendo esperanzas de encontrar con vida a Gordon Simm, el turista británico que salió a hacer senderismo el pasado 21 de julio por la Sierra Almijara, desde Nerja, con la intención de coronar La Cadena, a unos 1.600 metros de altitud. Ayer, su mujer, Wendy Simm, sus dos hijos y un hermano, subieron a la zona de la Fuente del Esparto y al Collado de Los Apretaderos, acompañados por un guía de montaña especializado, el holandés Michael Tweehuijsen, para reconocer el paraje y colaborar en la medida de lo posible en las labores de búsqueda.
Dona Tweehuijsen, la mujer de Michael, aseguró ayer a la agencia Efe que su marido es un experto conocedor del parque natural de las Sierras Tejeda, Almijara y Alhama, en el que se encuentra el río Chíllar, y en los últimos días ha colaborado en la búsqueda de Simm. Según ella, por la experiencia de su marido, es «difícil» encontrar con vida al británico, y espera que la visita al entorno del Chíllar haya servido a la familia para «asimilarlo y seguir adelante».
«Al menos han podido ir hasta allí y ver que su familiar estaba en un sitio que amaba y que le gustaba recorrer», añadió Tweehuijsen, quien precisó que su marido tuvo la oportunidad de encontrarse con Gordon Simm antes de que éste emprendiera su marcha y que le recomendó que no hiciera ese recorrido.
(Fuente: Diario Sur)

Gordon Simm

 Sin rastro de Gordon Simm en el río Chíllar tras un mes de espera

El cauce que a diario recibe en estas fechas un mínimo de 300 visitantes aún podría albergar "alguna pista oculta"

Fran Extremera Hoy se cumple justo un mes de la desaparición en Nerja del cicloturista británico Gordon Simm y la ausencia de indicios sobre su paradero es todo un misterio para autoridades y agentes que se han esforzado durante semanas por encontrarlo. Efectivos de Protección Civil subrayan que a diario el cauce medio y alto del río Chíllar recibe en este periodo estival a no menos de 300 visitantes.
«Es una cifra muy significativa para que nadie haya podido hallar algún rastro, en caso de que hubiese acudido hasta esta parte de la Sierra Almijara, porque él pretendía subir a las cotas más altas y fue visto por última vez cerca de la Cueva de Nerja y El Pinarillo», explicaba ayer uno de los agentes encargados de peinar la zona en la que el ingeniero inglés desaparecido, de 63 años, se había cruzado con el residente de origen holandés Michael Tweehuijsen.
Éste ya apuntó en estas mismas páginas que, como guía veterano encargado de asesorar a Simm, intentó sin éxito convencerlo para que eligiese otra ruta mucho menos exigente para unas fechas tan calurosas como las de finales del mes de julio. Pero no le hizo caso.
Desde el fin de semana del pasado 21 de julio y con la ayuda de unidades aéreas o de servicios especial, como la unidad canina del Consorcio Provincial de Bomberos o de una docena de agentes de la Guardia Civil de Granada, las batidas se han extendido durante semanas y sin éxito hasta cotas de cerca de 1.800 metros de altitud, entre el Cortijo del Imán y el Tajo de las Palomas o del Pinar de las Monjas a la Cadena y Navachica.
A pesar de episodios extremos vividos por personas que iniciaron su ruta en solitario, como el caso de este turista británico o el de la holandesa que el pasado año sobrevivió a casi tres semanas en el cauce alto del río, cerca de una conocida cortijada del término municipal de Frigiliana, lo cierto es que la ruta senderista del río Chíllar, con sus populares Cahorros, está de moda. Ayer, la concejala de Medio Ambiente, Nieves Atencia (PP), subrayó la «gran aceptación» que tiene el nuevo aparcamiento gratuito para turistas que se ha abierto en la calle Mirto.
(Fuente: La opinión de Málaga)


viernes, 7 de marzo de 2014

Un turista alemán se pierde en Australia y sobrevive comiendo moscas


Un turista alemán que se extravió a mediados de febrero por una zona remota del noreste de Australia fue rescatado con vida tras sobrevivir alimentándose de moscas, han informado fuentes policiales. El viajero, Daniel Dudzisz, de 26 años, fue hallado el jueves por un conductor cerca de la localidad de Windorah, a unos 1.883 kilómetros al oeste de la ciudad de Brisbane.


 "Él bromeó sobre el hecho de que nunca podría quedarse con hambre en el interior de Australia debido a la gran cantidad de moscas que se puede comer allí, ricas en proteínas", ha declarado el inspector de la Policía Mark Henderson al canal ABC.